Paseo por Xauen

Salimos del trabajo a las 15 horas y nos preparamos para dejar Melilla lo antes posible. Entramos en Marruecos sobre las 16, 30 horas y para no cruzar la “ruta del hachís” de noche, hacemos 200 km. más dando un rodeo por Fez.

Llegamos a Xauen bien entrada la noche y cogimos con buenas ganas la cena que nos tenían preparada. Nos hospedamos en un albergue a 11 km. antes de entrar en la ciudad (Albergue Dardara), formado por varias casas y unidas entre sí por jardines. El encargado muy servicial y amable.

Xauen es un bonito pueblo situado a 326 km. de Melilla, capital de la provincia del mismo nombre, a tan solo 63 km. de Tetuán, donde transcurre parte de la historia del libro “El tiempo entre costuras”.

Lo primero que me llamó la atención fue la vestimenta de las mujeres que labraban el campo, me sentí transportado al Perú, sí aunque parezca mentira iban ataviadas con ponchos y faldas de lana de colores y se protegían del sol con gorros de grandes alas redondas, incluso con borlas de colores colgando a su alrededor. Me impactó mucho ver de pronto la diferencia tan macada en la vestimenta con el resto de Marruecos, y es que en esta zona se parecen más a la España blanca ya que está formada por los árabes y judíos expulsado de España en la reconquista.

Cuenta la leyenda o la historia o ambas a la vez, ya que muchas veces van unidas, que durante la expulsión de los árabes de la Península, un rey se estableció en un pueblo de Cádiz (podría ser Vejer de la Frontera) y allí se enamoró de una bella andaluza, tras tener que abandonar definitivamente esta tierra, esté le pidió que lo siguiera a África y que le haría un pueblo igual al suyo. Ante la negativa de la muchacha, este rey se estableció en esta zona de Marruecos y fundó este pueblo con la esperanza de que ella fuera a su lado.

Y es cierto, otra cosa que también te llama la atención cuando lo visitas, es que parece que estás en un “pueblo blanco” de España, adherido a una ladera de una montaña, totalmente blanco y azulete, con una plaza central (Plaza El Hamman), calles estrechas, empinadas y empedradas (sobre todo su parte antigua), en fin que te sientes transportado a Andalucía.

Visitamos otros lugares de esta zona y anduvimos por el curso fluyente de un río, pero esto es otra historia.

La vuelta, al ser de día, la hicimos por la “ruta del hachís” (Ketama), ahorrándonos esta vez los 200 Km. que hicimos de más en la ida.

Fue un bonito viaje y un bonito lugar.

Aquí podéis ver contenidos sobre Xauen, como su ubicación, historia, lugares de interés, etc.

También os dejo el Albergue donde nos hospedamos.